Historia
Entrevista a José Luis Chaparro
Eran casi multitud. José Luis, Herminia, Encarna, Rosana… un grupo compacto a los que un servidor admira y aplaude. Compartimos mesa y mantel. Disfrutamos de la amistad. Cambiamos impresiones sobre gastronomía.
Inolvidable. Volvemos a vernos en Ribarroja.
Estamos en tierra de nadie. Junto a un algarrobo y… “estos fueron mis comienzos. Vengo de familia de carniceros, bisabuelos, abuelos… pero esto de dedicarme a la hostelería ni se me había pasado por la cabeza. Cuando me decidí a dedicarme a este mundo elegí un sitio extraño, entre un algarrobo y la nada, ahora las cosas han cambiado”.
Me sorprende la amplitud del local. Comento con mi compañero Anto que un local tan grande es muy difícil de llenar y más entre semana. Craso error. Una brigada de eficaces camareras, comandadas por “mi cubanita particular” profesional de la hostelería donde las haya, están a la espera.
Sale de la cocina José Luis. Sabe que me ha dado en toda la cara con su local que yo no conocía. Grande, luminoso, limpio… lleno de nostalgias y amores que se renuevan cada día.
Este grandullón se ríe de mí y conmigo. Me alegro.
En pocos minutos se va llenando el local y José Luis se multiplica entre la cocina y la sala. Son muchos y en poco tiempo. ¡Qué narices! Son demasiados.
															
															¡Es un privilegio servirte!
Los arroces son nuestra especialidad, y día a día se pueden degustar dos elaboraciones diferentes en nuestro menú diario, más aparte nuestra extensa carta de arroces en paella, caldosos, melosos y fideuás. No dejes de visitarnos.

